2 diciembre, 2024

DIÓCESIS DE TUMACO

“Cuando en familia y comunidad nos escuchamos, el amor de Dios celebramos”

29 DE JUNIO: Campaña de la colecta del Óbolo San Pedro

La invitación de la Iglesia Católica en Colombia es a unirse a la campaña de la Colecta del Óbolo de San Pedro, que en el país se llevará a cabo el miércoles 29 de junio, en el contexto de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo y se extenderá hasta el 03 de julio de 2022.

El Óbolo de San Pedro, también conocida como la Jornada mundial de la caridad del Papa, es una campaña de oración y de ayuda económica que los fieles ofrecen al Santo Padre, para el apoyo de las obras que él lidera en beneficio de la Iglesia universal, dirigidas especialmente a los más necesitados.

El Papa, como Pastor de toda la Iglesia, se preocupa también por las necesidades en todos los continentes, por ello con estos donativos se extiende para la ayuda a diócesis pobres que existen en el mundo, a los institutos religiosos y a los fieles en dificultad (pobres, niños, ancianos, marginados, víctimas de la guerra, prófugos y emigrantes), se resalta de manera especial la asistencia ofrecida durante el tiempo de pandemia.

Asimismo, parte de este dinero se dirige a la colaboración humanitaria cuando suceden desastres naturales o también para favorecer la educación católica en lugares que no cuentan con los recursos suficientes para tal fin.

La colecta, promovida en Colombia por la Nunciatura Apostólica con el Apoyo de la Conferencia Episcopal, tiene como lema: “Oremos por el papa Francisco y apoyemos sus obras de caridad en el mundo“.

Oración por el Papa Francisco y la Iglesia
Este día 29 de junio, es también una fecha muy importante, porque se pide tener presente al Santo Padre Francisco en nuestras oraciones, y en ellas pedir por su salud, su persona, sus intenciones, y también para que tenga un oído y corazón atento al deseo de Dios para su Iglesia.

Con esta plegaria, estamos también invitados a poner en oración a toda la Iglesia, para que pueda caminar como un solo cuerpo en la dirección en la que el Espíritu la vaya guiando. Esta será la mayor muestra de afecto pero también de comunión eclesial como bautizados, en torno a la figura del Papa, vicario de Cristo en la tierra. Él ora por nosotros… ¡Recemos por el papa Francisco!

Canales de recaudo en la campaña:
* Las parroquias: Entregar las donaciones en el templo parroquial a partir de este 24 de junio o días antes en el despacho parroquial.

* Consignación bancaria: Cuenta de ahorros Davivienda 014542872, a nombre de la Nunciatura Apostólica.

Para generar contenidos sobre la campaña en las redes sociales, el episcopado invita a utilizar los hashtags #ÓbolodeSanPedro  #AyudemosalPapa #DonaConAlegría

Todos juntos somos una gran fuerza de apoyo para quienes han perdido la patria, la familia, el trabajo y la dignidad“, que esta frase del papa Francisco nos anime a ser solidarios ayudando con una ofrenda generosa. ¡Ayúdanos a ayudar!

¿Cómo surge la colecta?
Desde la primitiva comunidad cristiana, existen testimonios de la solicitud fraterna de unos por otros a través de la ayuda espiritual y material, particularmente a los más pobres. (cf. Hch 4,34; 11,29). Esto corresponde a la tradición que tiene origen en el Evangelio (cf. Lc 10,7; 30-35) y a las enseñanzas de los Apóstoles (cf. 1 Co 9, 11-12). Posteriormente, la colecta del Óbolo se fue consolidando cuando los anglosajones, tras su conversión, a finales del siglo VIII, se sintieron tan unidos al Obispo de Roma que decidieron enviar de manera estable una contribución anual al Santo Padre. Así nació el “Denarius Sancti Petri” (Limosna al San Pedro), que pronto se difundió por los países europeos.

Desde esa época hasta 1534, fue una contribución aportada por Inglaterra para la Santa Sede, pero bajo el Pontificado del Papa Pío IX, en la Encíclica “Saepe Venerabilis” (5 de agosto de 1871), se amplía su sentido y queda estipulado que es una contribución voluntaria de los fieles católicos del mundo al Papa.

La Iglesia nunca puede sentirse dispensada del ejercicio de la caridad como actividad organizada de los creyentes y, por otro lado, nunca habrá situaciones en las que no haga falta la caridad de cada cristiano individualmente, porque el hombre, más allá de la justicia, tiene y tendrá siempre necesidad de amor” (Deus Caritas Est n. 29).