6 octubre, 2024

DIÓCESIS DE TUMACO

“Cuando en familia y comunidad nos escuchamos, el amor de Dios celebramos”

Obispo participó en celebración de nueve años de la Fuerza de Tarea contra el Narcotráfico “Poseidón”

En un conversatorio desarrollado en el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas -CIOH- la Fuerza de Tarea Contra el Narcotráfico No. 72 “Poseidón” celebró su noveno aniversario. Este espacio fue moderado por el contralmirante José David Espitia y tuvo la participación de nuestro obispo Monseñor Orlando Olave, la alcaldesa distrital María Emilsen Angulo, las líderes Hilda Hurtado y Angélica Anchico y la directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Zaida Paterson.

Durante el evento, se abordó el fenómeno del narcotráfico y las afectaciones que genera en Tumaco. Inicialmente, los participantes hablaron de lo que era Tumaco antes de la llegada de la coca y cómo se ha transformado el territorio desde entonces. El obispo hizo lectura de dos textos de la iglesia para explicar este fenómeno, el catecismo y el de Aparecida.

Monseñor Orlando Olave, dijo que el país no ha sabido aprovechar las características geoestratégicas de los puertos que hoy tiene el Pacífico colombiano, también mencionó las necesidades básicas insatisfechas en toda la costa pacífica nariñense como una causa de las problemáticas sociales que afectan a las comunidades y fue enfático en la potencialidad de los hombres y mujeres de la “tierra bendita del Pacífico”, que han sido aprovechados para actividades como la coca, dada su habilidad de recolección.

“El dinero se está convirtiendo en el único elemento, todo se compra, todo se vende. Encontramos contra valores como el liderazgo, hasta en la celebración de las fiestas religiosas, de quienes se dedican a delinquir”, señaló el obispo de Tumaco.

El contralmirante Espitia hizo mención a que hay una brecha social amplia entre países consumidores que hoy señalan a Colombia por su condición como país productor, insistió en que la diferencia es que esos países hoy tienen sus necesidades básicas resueltas, mientras que en Colombia está situación se da de manera totalmente opuesta.

Monseñor Orlando insistió en la presión que la globalización ha ejercido en los jóvenes y cómo la cultura del narcotráfico ha generado contravalores que han llevado a la sociedad del Pacífico nariñense a caminar por la senda de la ilegalidad y que hoy la violencia haya tomado posesión de los territorios.