La problemática de las economías ilegales en el Pacífico Nariñense, especialmente los cultivos de uso ilícito, ha sido durante décadas una de las principales causas del conflicto y la violencia en la región. Sin embargo, en el marco de la Semana por la Paz 2024, la Diócesis de Tumaco, en conjunto con el Instituto para las Transiciones Integrales (IFIT) y su Fondo Territorial de Capital Humano (FTCH), lideró un foro clave para abordar esta realidad desde una perspectiva de transformación integral, buscando articular soluciones con la agenda de paz que adelantan tanto la Gobernación de Nariño como el Gobierno Nacional.
El evento, que se desarrolló el día de ayer 10 de septiembre en el Hotel Los Corales, Tumaco, congregó a diversos actores comunitarios, institucionales y de la cooperación internacional, con el fin de identificar elementos clave para la transición de las economías relacionadas con los cultivos de uso ilícito hacia modelos sostenibles y legales, que promuevan el desarrollo humano y el bienestar en el Pacífico Nariñense.
Contexto y Retos de la Transformación.
La Iglesia Católica, a través de la provincia eclesiástica del sur occidente conformada por las diócesis de Popayán, Pasto, Ipiales y Tumaco, ha liderado procesos de diálogo territorial alrededor de los efectos de las economías ilegales en el suroccidente de Colombia. Este foro forma parte de una serie de encuentros que comenzaron en 2021 en Popayán, con la colaboración de IFIT, donde se discutieron las causas, dinámicas y consecuencias de los cultivos de uso ilícito y las economías ilegales, abarcando temas como la violencia, las afectaciones sociales y la degradación del conflicto con el objetivo de proponer alternativas integrales y contextualizadas que promuevan el desarrollo humano, la justicia reparadora y la desestigmatización de los territorios afectados.
En el 2024, los diálogos tomaron un nuevo impulso con el foro realizado en Pasto en julio, que formalizó el compromiso de los Comuneros del Sur, un reducto del ELN, para contribuir al proceso de paz en Nariño, bajo la instancia de co-construcción de paz territorial. La realización de este foro en Tumaco cobra especial relevancia dada la reciente Misión Tumaco y el lanzamiento de la nueva política de drogas del Gobierno Nacional.
Un Foro para la Reflexión y el Diálogo
El foro se estructuró en varios paneles, donde se discutieron aspectos fundamentales para la transformación económica y social de las regiones afectadas por las economías ilegales. Se buscó crear un espacio de intercambio de saberes y experiencias, que permitiera articular estrategias para una transformación sostenible, tanto a nivel local como regional.
La apertura estuvo a cargo de la economista Ruby Requeneth, coordinadora del proyecto, Contribuir a la construcción de paz, defensa y exigibilidad de derechos humanos en el pacífico nariñense, y a su vez el Padre Jimmy Angulo, director de la Pastoral Social de Tumaco, quien realizó una síntesis de los foros anteriores y subrayó la importancia de estos espacios de diálogo para la paz en el Pacífico Nariñense. El evento incluyó la moderación de el padre Simon peter Mbaziira Lucscutamba, Vicario Parroquial de la Parroquia Catedral San Andrés, Mariana Valderrama del Fondo Territorial de capital humano del IFIT Elkin Alexis Valencia Vidal, coordinador del proyecto Promo Paz, y María del Pilar Barbosa, coordinadora del FTCH de IFIT.
El Padre José Ricardo Cruel, vicario general de la Diócesis de Tumaco, inauguró el foro con una presentación titulada “Qué está pasando en Nariño en materia de Diálogos de Paz: retos y oportunidades para la transformación del Pacífico Nariñense”. En su intervención, resaltó los avances significativos en los diálogos de paz, pero también los desafíos persistentes que enfrenta la región, especialmente en cuanto a la necesidad de transformar las economías ilegales. Subrayó que esta transformación debe basarse en un enfoque territorial que no solo tome en cuenta los factores económicos, sino también las dinámicas sociales y culturales que afectan a las comunidades inmersas en los cultivos ilícitos.
El Padre Cruel hizo un llamado urgente para que los actores locales fortalezcan su participación activa en estos procesos, destacando que solo a través de la integración de las comunidades afectadas, se podrá garantizar una paz sostenible. Asimismo, recalcó las oportunidades únicas que presenta la agenda de paz en curso para impulsar un proceso de transformación integral en el Pacífico Nariñense, que debe ir más allá de la erradicación de los cultivos, hacia la construcción de alternativas económicas viables y sostenibles. La presentación contó con la participación de destacados actores como Roberto Meloni, coordinador local de la Misión de Verificación del Proceso de Paz en Tumaco, Darlin Xiomara Guerrero, Subsecretaria de Desarrollo Comunitario de la Gobernación de Nariño, y Víctor Gaviria, delegado del Departamento Nacional de Planeación, quienes contribuyeron al análisis de las condiciones territoriales necesarias para la sostenibilidad de los avances en paz.
Participación y desarrollo del evento.
El foro se organizó a través de una serie de paneles de discusión en los que participaron actores comunitarios, sectores productivos locales, institucionales (nacionales, regionales y locales), academia y cooperación internacional.
En el primer panel del foro, titulado “Condiciones territoriales necesarias para la sostenibilidad de los avances de paz”, se analizaron tanto los desafíos estructurales como las oportunidades que enfrenta el Pacífico Nariñense para consolidar una paz duradera. Los panelistas resaltaron la necesidad de fortalecer las capacidades institucionales locales y garantizar que las comunidades afectadas por los cultivos ilícitos sean incluidas en la toma de decisiones. Subrayan que la estabilidad económica, social y ambiental es fundamental para que los avances del proceso de paz se mantengan a largo plazo.
Durante el espacio se habló también de las Experiencias Comparadas: Transformación de los cultivos de uso ilícito en el Sur de Bolívar, Guaviare, Bajo Cauca Antioqueño y Tumaco, representantes como Licer Cortes, de Afro Llorente, Geovanny Gómez, del Guaviare, y Javier Molina, del Bajo Cauca Antioqueño, junto con Marcela Aragón, coordinadora de la Escuela Taller, y Silena Dájome, directora de la Casa de la Mujer, compartieron sus vivencias y aprendizajes sobre la transformación de economías ilegales en estos territorios. Expusieron los múltiples retos sociales, económicos y culturales que cada región ha enfrentado, destacando que un enfoque integral, que incluya la participación activa de la comunidad, el empoderamiento de las mujeres y la creación de alternativas económicas sostenibles, es esencial para la transición hacia economías legales.
Las lecciones aprendidas de estas experiencias ofrecen un marco valioso que puede aplicarse al Pacífico Nariñense. Los panelistas coincidieron en que el éxito de estas transformaciones depende de un compromiso sostenido, donde las comunidades locales sean protagonistas de su propio desarrollo, promoviendo cambios estructurales que permitan la erradicación de economías ilegales y generen oportunidades justas para todos los actores involucrados.
En el segundo panel: “Pongamos la Lupa en la Solución: Cómo lograr la transición de las economías ilegales y de los cultivos de uso ilícito en el marco de la agenda de paz”, se expusieron diversas estrategias y propuestas para transformar las economías ilegales en actividades económicas legales y sostenibles en el Pacífico Nariñense. Carlos Ampudia, representante del sector de cultivo de pimienta, enfatizó la importancia de fortalecer cadenas productivas locales que ofrezcan alternativas viables a los cultivos ilícitos, involucrando directamente a las comunidades afectadas.
Por su parte, Alexander Burbano, representante de RECOMPAS, y Lorcy Ceballos Mina, del grupo Canasteando, hablaron sobre el rol de las cooperativas y el emprendimiento comunitario como motores de transformación económica. Destacaron que el empoderamiento local y el acceso a recursos son fundamentales para que las comunidades puedan romper los ciclos de dependencia de las economías ilegales. Lady Vernaza, del Consejo Comunitario ACAPA, y Luis Rosas, representante del sector camaronero, compartieron experiencias exitosas en el desarrollo de proyectos sostenibles vinculados a los recursos naturales de la región, como la pesca responsable y la explotación de camarones.
Alma Margarita Ortiz, representante del sector turístico, subrayó el enorme potencial de turismo comunitario y ecológico como una vía para la creación de empleos y el desarrollo económico, resaltando que la biodiversidad de la región debe ser un activo clave en la agenda de paz. Todos los panelistas coincidieron en que la transición hacia economías legales y sostenibles requiere no solo de voluntad política y recursos financieros, sino de un enfoque que integre a las comunidades desde una perspectiva participativa y de largo plazo, donde los proyectos estén alineados con las realidades territoriales y culturales del Pacífico Nariñense.
Conclusiones del Foro.
El foro dejó una serie de ideas, reflexiones y recomendaciones que serán fundamentales para avanzar en la transformación integral de las economías ilegales en el Pacífico Nariñense. Estas conclusiones se entregarán a actores clave de la comunidad internacional y del Gobierno Nacional, buscando garantizar que las políticas implementadas no sólo aborden la problemática de los cultivos ilícitos, sino que también impulsen el desarrollo sostenible de la región.
Entre las principales conclusiones, se destacó la necesidad de:
1. Identificar oportunidades que la agenda de paz representa para la consolidación de la transformación de economías ilegales.
2. Empoderar a los actores locales, promoviendo alternativas realistas y viables dentro de los diálogos regionales.
3. Visibilizar las propuestas de diferentes sectores sociales, incluidos las mujeres, jóvenes y comunidades indígenas, en la transformación de estas economías.
4. Aprender de experiencias pasadas, aplicando lecciones obtenidas de procesos similares en otras regiones.
5. Fortalecer las capacidades de los actores locales para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de esta apuesta por la transformación territorial.
Un Camino hacia la Paz y el Desarrollo
La Semana por la Paz 2024 en Tumaco, con actividades como este foro, refuerza el compromiso de la Diócesis y de los actores territoriales con la construcción de paz en el Pacífico Nariñense. La transformación de las economías ilegales es una apuesta compleja, pero necesaria para garantizar una paz sostenible y un desarrollo inclusivo para todos los habitantes de la región.
Este proceso se articula a la nueva política de paz del país, y es un paso significativo para acabar con los ciclos de violencia que han afectado históricamente a Nariño. Los diálogos y los esfuerzos por transformar las economías ilegales son un compromiso por la vida, el bienestar y la justicia en esta zona clave del país.
Cierre y acto simbólico
El foro concluyó con un acto simbólico liderado por Estefanía Burgos, quien invitó a los participantes a encender una vela como símbolo de la luz de la paz que se busca construir en el Pacífico Nariñense. Este acto destacó la importancia de la unidad y la esperanza bajo la guía de Dios en la transformación de la región.
El foro dejó un compendio de ideas y recomendaciones que serán entregadas a actores clave del Gobierno Nacional e internacional, buscando que estos insumos contribuyan a la construcción de políticas públicas más inclusivas y efectivas en el marco de la paz y la transformación económica en Nariño.
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